Relación entre el eje nitestino-cerebro y dolencias como el colon irritable

‍

El estrés es una respuesta natural del organismo ante situaciones percibidas como amenazantes o desafiantes.

Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico, puede tener efectos perjudiciales en diversas funciones corporales, incluyendo la salud intestinal.

La conexión entre el sistema nervioso y el tracto gastrointestinal, conocida como el eje intestino-cerebro, desempeña un papel crucial en esta interacción.

Comprender cómo el estrés influye en nuestra salud digestiva es esencial para abordar afecciones como el síndrome del intestino irritable (SII) y promover el bienestar general.

‍

El eje intestino-cerebro: una comunicación bidireccional

‍

El eje intestino-cerebro es una vía de comunicación bidireccional que conecta el sistema nervioso central (SNC) con el sistema nervioso entérico, el cual regula las funciones gastrointestinales.

Esta conexión permite que el cerebro y el intestino intercambien señales, influyendo mutuamente en sus funciones. Por ejemplo, situaciones de estrés pueden alterar la motilidad intestinal, la secreción de ácidos y la permeabilidad de la mucosa intestinal.

A su vez, alteraciones en el intestino pueden afectar el estado de ánimo y el comportamiento.

‍

Impacto del estrés en la salud intestinal

El estrés crónico puede desencadenar o exacerbar diversos trastornos gastrointestinales. Algunas de las afecciones más comunes relacionadas con el estrés incluyen:

‍

Síndrome del intestino irritable (SII)

- El SII es un trastorno funcional del intestino caracterizado por dolor abdominal, distensión y alteraciones en el hábito intestinal, como diarrea, estreñimiento o ambos. Aunque su etiología es multifactorial, se ha evidenciado que el estrés desempeña un papel significativo en la aparición y exacerbación de los síntomas. El estrés puede alterar la comunicación en el eje intestino-cerebro, afectando la motilidad y la sensibilidad intestinal.

Dispepsia funcional

- Conocida comúnmente como indigestión, la dispepsia funcional se manifiesta con síntomas como dolor o malestar en la parte superior del abdomen, sensación de saciedad precoz y náuseas. El estrés puede agravar estos síntomas al influir en la secreción de ácidos gástricos y la motilidad gastrointestinal.

Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)

- Aunque la EII, que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, tiene una base inmunológica, el estrés puede influir en la actividad de la enfermedad. Estudios han demostrado que el estrés psicológico puede exacerbar la inflamación intestinal y empeorar los síntomas en pacientes con EII.

‍

‍

‍

‍

Mecanismos de interacción entre el estrés y el intestino

- La influencia del estrés en la salud intestinal se debe a varios mecanismos interrelacionados:

Alteración de la motilidad intestinal

- El estrés puede modificar la velocidad de las contracciones intestinales, acelerando o ralentizando el tránsito de los alimentos. Esto puede resultar en diarrea o estreñimiento, respectivamente.

Hipersensibilidad visceral

- El estrés puede aumentar la sensibilidad del intestino a estímulos normales, haciendo que sensaciones que normalmente no serían dolorosas se perciban como tales. Este fenómeno es común en pacientes con SII.

Alteración de la microbiota intestinal

- El estrés crónico puede desequilibrar la microbiota intestinal, reduciendo la diversidad de bacterias beneficiosas y permitiendo el crecimiento de microorganismos patógenos. Este desequilibrio, conocido como disbiosis, puede comprometer la integridad de la barrera intestinal y contribuir a la inflamación.

Respuesta inflamatoria

- El estrés activa el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, aumentando la liberación de cortisol y otras hormonas del estrés. Estas hormonas pueden promover respuestas inflamatorias en el intestino, exacerbando trastornos gastrointestinales inflamatorios.

‍

Estrategias para mitigar los efectos del estrés en la salud intestinal

‍

Abordar el impacto del estrés en la salud intestinal requiere un enfoque integral que combine intervenciones psicológicas, cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, tratamiento médico.

‍

Técnicas de manejo del estrés

- La implementación de técnicas de relajación, como la meditación, el yoga y la respiración profunda, puede ayudar a reducir la respuesta al estrés y mejorar los síntomas gastrointestinales. La terapia cognitivo-conductual también ha demostrado ser efectiva en el manejo del SII y otros trastornos funcionales del intestino.

Actividad física regular

- El ejercicio regular no solo mejora la motilidad intestinal, sino que también reduce los niveles de estrés y ansiedad. Actividades como caminar, nadar o practicar deportes pueden ser beneficiosas para la salud digestiva.

‍

‍

‍

‍

‍Alimentación equilibrada

- Una dieta rica en fibra, frutas, verduras y alimentos fermentados puede promover una microbiota intestinal saludable. Es recomendable evitar el consumo excesivo de alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares refinados, ya que pueden contribuir a la disbiosis y la inflamación.

Terapias complementarias

- El uso de probióticos específicos ha mostrado beneficios en la modulación de la microbiota intestinal y la reducción de síntomas en pacientes con SII. Sin embargo, es importante consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplemento.

‍

‍

Bibliografía:

-  Morys, F., Małecki, P., & Nowacka-Chmielewska, M. M. (2024). Stress and the gut-brain axis: an inflammatory perspective. Frontiers in Neuroscience, 18, 1294831

-  Gubert, C., Kong, G., Uzungil, V., Zeleznikow-Johnston, A. M., Burnet, P. W. J., & Hannan, A. J. (2023). Inflammation and Intestinal Permeability Link Stress-Related Gut Microbiota Alterations to Psychiatric Disorders. Biological Psychiatry, 94(12), 1009-1022

- Bhattarai, Y., Si, J., Chia, N., & Farrugia, G. (2023). The impact of acute and chronic stress on gastrointestinal function and the role of the microbiome. The Journal of Physiology, 601(23), 5047-5064

- Yadav, M., Parle, M., Jindal, D. K., & Dhingra, S. (2023). Decoding the role of the gut microbiome in gut-brain axis, stress resilience, and mental health disorders. Life Sciences, 332, 121896

- Kamp, K. J., Weaver, K. R., Sherwin, L. B., Barney, P., Hwang, S. K., Yang, P. L., & Hollister, E. B. (2021). Effects of a comprehensive self-management intervention on extraintestinal symptoms among patients with IBS. Neurogastroenterology & Motility, 33(10), e14110

‍