10 Consejos para Controlar tus Niveles de Glucosa
Es muy importante reducir y controlar tus niveles de glucosa. Con cambios que podemos implementar en el día a día podemos conseguir avances.
Atletas, empresarios, y en general la gente más ambiciosa del mundo, considera los niveles altos de estrés como parte del trabajo, y son conscientes de un modo u otro del efecto de este asesino silencioso. El estrés crónico puede crear caos en nuestra salud mental y física pero, ¿y si pudiéramos mitigar algunos de esos efectos?.
Mejor aún, ¿y si pudiéramos ejercer un impacto positivo en nuestros niveles de estrés haciendo pequeños ajustes en la dieta? Al tomar el control de nuestra salud metabólica, podemos ayudar a nuestro cuerpo a enfrentar los retos más difíciles. Pero primero, en este artículo exploramos cómo el estrés impacta en los niveles de glucosa.
¿Qué fue primero, la gallina o el huevo? No estamos realmente seguros, pero ambos existen hoy. De forma similar, muchas personas pueden experimentar tanto niveles de estrés elevado, como una función metabólica disminuida.
Tenemos que saber que el estrés causa que nuestros niveles de glucosa aumenten. Algunos estudios han encontrado una correlación muy significativa entre el nivel de estrés laboral percibido por la persona y niveles elevados de glucosa plasmática.
Estos niveles de glucosa crónicamente elevados pueden ocasionar que nuestro cuerpo se vuelva resistente a la insulina, que es la hormona que ayuda a nuestras células a utilizar la glucosa. Esto provoca un aumento en la secreción de insulina, que cuando se produce en exceso puede también elevar de forma desordenada el cortisol y la epinefrina, que son las hormonas asociadas con la respuesta al estrés; al ir agravándose éste, van a aumentar aún más los niveles de glucosa, y con esto se forma un círculo vicioso.
Adicionalmente el estrés nos puede impulsar a atracarnos de comida, haciendo que nuestros niveles de glucosa se disparen, lo que nos lleva a sufrir de fatiga y de niveles muy bajos de energía. Por si esto fuera poco, ¿cuál es nuestra respuesta al sentirnos fatigados en exceso? Pues estresarnos más.
Este círculo vicioso nos deja con niveles de cortisol y azúcares elevados, y con falta de foco y concentración debido a una función metabólica disminuida; el estrés también puede impactar otros procesos fisiológicos tales como el sueño, y esto se suma a todos los efectos negativos que experimentamos.
La resistencia a la insulina en el cerebro puede llevar a una afectación de las vías de retroalimentación hormonal cerebral, y esto altera la respuesta normal del cerebro al estrés, contribuyendo a más estrés, fatiga y bajo estado anímico.
El estrés crónico también puede impactar nuestra habilidad para utilizar la glucosa disponible; estudios realizados en ratones han concluido que el estrés psicológico agudo conduce a una reducción muy marcada del metabolismo de glucosa y causa una resistencia a la insulina aguda; en una extrapolación teórica a los humanos, podemos inferir que varios episodios de estrés psicológico leve a moderado pueden tener un efecto acumulativo y hacernos más susceptibles a desarrollar resistencia a la insulina, disminuyendo la capacidad de nuestro cuerpo para transformar azúcar en energía.
El cuerpo humano es muy dinámico, flexible y adaptable; las técnicas de reducción del estrés pueden ser muy efectivas en reducir nuestros niveles de azúcar.
Por ejemplo, en un estudio hecho con pacientes diabéticos tipo 2, se demostró que aquellos pacientes que se entrenaban en ejercicios de respiración diafragmática por 20 minutos al día tuvieron una disminución importante en los niveles de glucemia en ayunas y luego de las comidas que se hizo evidente a las nueve semanas de iniciado el proceso; en otro estudio de pacientes con enfermedad coronaria, episodios de meditación dos veces a la semana lograron disminuir de forma considerable los niveles de glucemia en ayunas, después de una comida, y los niveles de HbA1C.
Podemos cambiar un poco nuestros hábitos alimentarios para optimizar de la mejor manera la salud metabólica. Nuestras elecciones a la hora de comer pueden afectar de forma muy importante nuestros niveles de glucosa y el riesgo de sufrir resistencia a la insulina.
Afortunadamente, la tecnología moderna nos puede ayudar a saber exactamente cómo ciertas comidas o eventos impactan en nuestros niveles de glucosa usando datos objetivos. El MCG nos ayuda a entender mejor cómo los niveles de estrés pueden afectar nuestros niveles de glucosa en un determinado momento del día, y motivarnos a mantenerlos dentro de lo normal a través de cambios positivos en nuestro estilo de vida.
Pensamientos finales:
Referencias Bibliográficas
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